¡Pasen
y vean como el empalmado se la menea!¡A Bárcenas el mago ¡La ministra bigotes!
¡La infanta equilibrista en la cuerda floja! ¡El presidente sobrecogedor!
¡Rato el malabarista!¡Los payasos Blanco y Puyol ¡El más difícil todavía de los
EREs y el Gurtel !A González el domador de linces! ¡A los jueces títeres! ¡Al
rey bunga-bunga!
¡Pasen
y vean el mayor espectáculo del mundo!. ¡En vivo!, ¡Sin trampa ni cartón¡
A
fuerza de vivir en este circo de maleantes he aprendido que hay que tener
cuidado cuando nos hacen mirar a la derecha, porque el trilero la colará por la
izquierda. Que, cuando nos tocan en el hombro izquierdo, el mangante robará la
cartera por la derecha. Así que ahora que tanto insisten en mantenernos mirando
hacia arriba, me temo que es para que no veamos lo que pasa por debajo. Es el
viejo truco de la distracción tan utilizado por toda clase de sinvergüenzas sin
oficio ni beneficio que antes repartía su tiempo entre dar sablazos a pobres
incautos y en correr de la policía, y que ahora ejercitan su talento instalados
en cómodos despachos en donde tienen en sus manos la vida de los incautos,
además del control de la policía. Más sofisticado pero es lo mismo. El asunto
es engañar a la víctima para ponerle las banderillas.
No
sé, pero me da que lo que estos modernos trileros quieren hacernos creer que
el problema de España se soluciona quitando las manzanas podridas que se encuentran
en las ramas más altas cuando en realidad la enfermedad, lo que constituye la
fuente de su negocio, tiene su origen en la raíz. A lo mejor, con eso de
"cuatro golfos son los responsables" lo que pretenden es desviar la
atención del asunto principal: que el pacto social que hicimos los españoles,
el que hacía de soporte al Estado civil y aseguraba la convivencia pacífica ha
sido sistemáticamente violado por quienes tenían que defenderlo. Por ellos, por
la clase política. Tanto, que ha terminado por romperse. Y éste es el problema:
que entre el modelo de democracia totalitaria con el que querían perpetuarse
unos, y de democracia (neo) liberal que quieren imponernos los otros, se ha
dado con un extraño híbrido que se devora tanto a sí mismo, como a todas las
cláusulas del contrato social que protegía a los ciudadanos y mantenía la
cohesión social de éste país.
Decir
hoy que la soberanía reside en el pueblo es una majadería que nadie con dos
dedos de frente puede creerse. Salvo un día cada cuatro años - y gracias a los
métodos de condicionamiento eso también es cuestionable-, estamos en manos de
un engendro resultado del apareamiento de oligarquías de diferentes naturalezas
(financiera y política) pero comunes intereses, que ha usurpado la soberanía al
pueblo, y que tiene como único objetivo la conquista y el sometimiento del
Estado y de los ciudadanos.
Sí,
como parece, lo único que nos queda es la obligación de obedecer, eso significa
que quien nos gobierna es un tirano que sólo nos impone. Y, aunque haya salido
de las urnas, si lo que impone son los intereses particulares del engendro que
devora uno a uno todos los derechos sociales e incluso la libertad, y que
además lo impone por la fuerza de las porras, de las amenazas y de las multas
disuasorias, más que un gobierno legítimo que vela por el interés general,
estamos ante un enemigo del que hay que defenderse.
Aquí
sólo queda el recurso de la desobediencia civil y la lucha contundente en las
calles. ¿Por capricho? No. Como última opción, amparados en el derecho
universal a la legítima defensa.
El
circo que tienen montado pretende entretenernos descargando el peso de la
corrupción sobre los hombros de "cuatro golfos" mientras se consuma
la tragedia y el saqueo de España. A mí, la verdad, no me preocupan tanto los
payasos, los ilusionistas o las fieras como la indiferencia de la inmensa
mayoría del público asistente. Saberme parte de un rebaño que espera ser comido
sin ni siquiera tener el valor de defenderse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario