Vivía entonces si
más objetivo
Que el de un nuevo
polvo cada día
Y el deseo de que
la resaca
No me volviese del
revés a cada instante.
Atrincherado en la
ruina
También es bueno
no tener que pensar
Más que en seguir
respirando
Y en follar.
Borrar todo
delirio o sueño,
Desbordarse en
vida
Sin tener que
cargar con peso alguno,
Ligero como gente
invisible
Que camina sin
sombra ni reflejo
Ni verdades que
vomitar a multitudes grises.
Así pasé algún
tiempo.
Y lo confieso.
Tuteándome con
cuanta ladilla y piojo
Encontré en el
camino,
Blandiendo la
inseparable botella de mal vino
Como la bandera de
un barco
En su naufragio.
Charlando sin vergüenza
con la vida
Sobre las verdades
que emigran del alma
Cuando no existe
más que un sórdido ahora
Sin más proyecto ni deseo
Que vivir los
instintos
Sin remordimientos
ni esperanzas.
De Bajo la Piel y el Tiempo.
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