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viernes, 11 de mayo de 2012

DE RAMÓN LLANES, AGUAVIEJA. La Romería.


Una antigua dehesa acostumbrada a los tonos verdes de las jaras, al rojo de la perdida amapola y a los blancos nuevos de las margaritas, ha vestido su aire de volantes, mantoncillos y peinetas. Ha cambiado la soledad por la precoz algarabía.
Lejos de parecer irrespetuoso con el paisaje este otro color le concede una sensación mística, distinguida. En el Mayo de los nidos el lugar va prodigando chamarices y oropéndolas y una jaca galopa su elegancia en el páramo baldío, un jinete luce su ritmo, una mujer enfervoriza su llanto y canta al pueblo.
El sopor de la primavera calienta los senderos y los vinos animan la semblanzas. Alegría espiritual, ingenua como los ojos de los niños, en crecimiento al través del cansancio del sol que desparrama serenidad en el espacio. Romeros a un son de fiestas sermonean su estilo en el peregrinar de las dehesas. Cuando los cuerpos acampan junto a la ermita soñada suena un tañir de campana, una pandereta vieja y una guitarra y en las inmensas ubres del sentimiento toman sabor las devociones. Es todo nuevo en el barrito, hasta las caras envejecidas de la mina, son nuevas.
El alma se acerca a la Santa en súplica eterna, en ofrenda sentida, deshojando las miserias para no volver a padecer su loza.
Padre, si vinieras un año te llevaría conmigo por aquellos sueños a compartir albóndigas caseras y potajes, cacerolas de calderetas, habas "enzapatás" y pestiños de los que tanto te gustaban.
Y allí sabrás por qué un día te arropé contándote la figura de la ermita cuando ya se te iban notando las ganas del reposo de tu cansancio.
Aquello es otro ruido, sabe a fuego y a pasión porque en un rincón del armario del cuartel se durmieron los focos de estibar y se plantó la madre otra ilusión de gitanería que la embellece para buen gusto del hombre.
Santa Bárbara recibe las flores acorazonadas con fuerte olor a mineral sufrido y es feliz en silencio.

Ramón Llanes

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Datos personales

Nací en el verano de 1962 en Tharsis.Aunque la mayor parte del tiempo la he pasado en esa mina también he vivido en otros lugares de España y Europa. En mi biografía nada reseñable. Nada de lo que sentirme especialmente orgulloso. Soy, eso que se dice, un tipo corriente. Aunque eso sí, debo confesaros que he vivído.