SEÑOR MINISTRO, GORDILLO SOMOS MUCHOS

Señor Ministro del Interior, puede seguir ejerciendo de fascista. Pero, ¡entérese!, esto no le será fácil: Gordillo somos muchos.
Somos todos los jóvenes que aún no han tenido una oportunidad para trabajar, quienes hemos perdido nuestro trabajo, quienes trabajando se sienten engañados o explotados, quienes ya saben que tendrán una mísera pensión en su vejez.
Somos todos esos a los que ustedes y su injusto sistema oprimen con políticas que quitan a los pobres para dárselo a los ricos, quienes no soportamos más que nos tomen por tontos, quienes hemos callado durante mucho tiempo todas sus tropelías, quienes ya no podemos aguantar por más tiempo sus mentiras.
Somos ese padre que mira con tristeza a sus hijos sabiendo que no tienen futuro, esa madre que tiene que pensar qué milagro hacer para llenar el plato, ese abuelo que se acuesta sin cena para que sus hijos paguen la luz y el agua.
Señor Ministro, entiendo que incomode al poder financiero que usted representa y defiende, que quiera silenciarlo. Pero, entérese, Gordillo no está sólo.
Detrás estamos los autónomos que tuvieron que cerrar sus negocios, las familias acorraladas por la desesperación, los inmigrantes a los que habéis engañado, quienes han tenido que emigrar dejando atrás sus pueblos y su vida; somos los mineros de Asturias, los pescadores andaluces, los periodistas críticos, los policías que defienden al pueblo, los jueces no comprados, quienes ya no tienen subsidios, quienes echasteis a empujones de casa por no poder pagar, quienes están hasta los reales guevos de los urdangarines, los Gurtel, o los EREs; quienes estamos hartos de que nos roben el dinero a los de abajo para darles los Botines cada Rato a los de arriba.
Si quiere, puede seguir usando el poder que que le dan los votos para acallar a Gordillo y su gente. Pero, tenga cuidado usando la mordaza y el palo. Porque, no es que estemos cansados, es que ya estamos hartos de aguantar a gente como usted, de soportar el peso de éste enorme montaje que solo persigue esclavizarnos.
Entérese de una vez, señor Ministro, Gordillo somos muchos: somos el pueblo. Y, entérese, ésto sólo acaba de empezar. Tenga cuidado.