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lunes, 17 de septiembre de 2012

Bertolt Brecht

 
 
Bertolt BrechtBertolt Brecht fue un escritor alemán nacido en Augsburgo en el año 1898.  Según cuentan sus biografos, fue un joven rebelde y extravagante que siempre se mostró dispuesto a experimentar y vivir con intensidad. Precozmente sensible a los problemas sociales, encontró en la literatura una manera de entender e intentar cambiar la dura realidad del tiempo que le tocó vivir. Siendo aún muy jóven publicó su primera obra- Baal-, y a esta la siguieron otras muchas que sobre todo buscaron siempre provocar una reflexión y cambios de actitud y de comportamiento en el espectador o en los lectores.
Desde el principio de su producción literaria se observa un claro posicionamiento antiburgues y una clara crítica a su sistema de vida e ideologia.
Durante la Primera Guerra  Mundial, Brecht fue obligado a exiliarse y vivió en Rusia, Estados Unidos, Suiza y Finlandia. Durante la Segunda Guerra Mundial, debido a sus ideas marxistas y a que radicalizó sus escritos poniendolos al servicio de la lucha antifascista,  intentó sin éxito representar sus obras en distintos países y fue perseguido por la Gestapo.
Acusado de subversivo y comunista, sus obras fueron quemadas por la Alemania nazi, falleciendo en Berlín de un dudoso ataque al corazón en agosto de 1956.
Considerado uno de los más influyentes autores del pasado siglo, se le considera el creador del teatro épico además de un reputado autor de poesía.
Sin la menor duda, la lectura de la obra de Bertolt Brech es indispensable para los amantes del teatro y sobre todo de la poesía social.
Haber escogido en muchas de sus obras una prosa didáctica,breve y sencilla, para expresar pensamientos profundos y universales le hacen un autor cercano y asequible para todos los públicos. Muchos de sus pensamientos, que suponen una invitación a la reflexión para todas las generaciones en cualquier momento histórico, en el momento que estamos viviendo en Europa son una continua fuente de inspiración para diferentes movimientos sociales, además de una luz que alerta sobre acontecimientos que amenazan con reproducirse.
Algunas de las frases más conocidas de Brecht son: 
 
  • La crisis se produce cuando lo viejo no acaba de morir y cuando lo nuevo no acaba de nacer.
  • Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay otros que luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay quienes luchan toda la vida, esos son imprescindibles.
  •  El arte no es un espejo para reflejar la realidad, sino un martillo para darle forma. 
  •  Señores, no estén tan contentos con la derrota [de Hitler]. Porque aunque el mundo se haya puesto de pie y haya detenido al Bastardo, la Puta que lo parió está caliente de nuevo. 
  •  Las revoluciones se producen en los callejones sin salida.
  • Primero va el comer, luego va la moral.  
  • Al río que todo lo arranca lo llaman violento, pero nadie llama violento al lecho que lo oprime. 
  • Con la guerra aumentan las propiedades de los hacendados, aumenta la miseria de los miserables, aumentan los discursos del general, y crece el silencio de los hombres.  
  • Cuando la hipocresía comienza a ser de muy mala calidad, es hora de comenzar a decir la verdad. 
  •  El regalo más grande que les puedes dar a los demás es el ejemplo de tu propia vida. 
  •  Muchos jueces son absolutamente incorruptibles; nadie puede inducirles a hacer justicia. 
  •  Reía porque sus enemigos no podían alcanzarlo, ignoraba que ejercitaban para errar el tiro.
  • El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de los frijoles, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales. 
  •  Si la gente quiere ver sólo las cosas que pueden entender, no tendrían que ir al teatro: tendrían que ir al baño. 
  •  El que no conoce la verdad es simplemente un ignorante. Pero el que la conoce y la llama mentira, ¡ese es un criminal!
  • Esos que pretenden, para reformarnos, vencer nuestro instinto criminal, que nos den primero de comer. De moral hablaremos después. Esos que no se olvidan de cuidar nuestra formación, sin que por ello dejen de engordar, escuchen esto: por más que le den vueltas, primero es comer, y después de hartos ¡venga la moral! 
  • Entonces, ¿de qué sirve decir la verdad sobre el fascismo que se condena si no se dice nada contra el capitalismo que lo origina? Una verdad de este género no reporta ninguna utilidad práctica. 
  • Estar contra el fascismo sin estar contra el capitalismo, rebelarse contra la barbarie que nace de la barbarie, equivale a reclamar una parte del ternero y oponerse a sacrificarlo. 
  •  Ciertos países logran todavía conservar sus formas de propiedad gracias a medios menos violentos que otros. Sin embargo, los monopolios capitalistas originan por doquier condiciones bárbaras en las fábricas, en las minas y en los campos. Pero mientras que las democracias burguesas garantizan a los capitalistas, sin recurso a la violencia, la posesión de los medios de producción, la barbarie se reconoce en que los monopolios sólo pueden ser defendidos por la violencia declarada.
Para que quienes aún no conocen a Bertolt Brecht puedan acercarse al autor podrían aconsejarse muchas de sus obras. Su bibliografía es extensa y cualquier buscador de Internet puede mostrarla. Servidor, por la actualidad que encierra un poema escrito en 1937-38, va a reproducir un fragmento de su Catón de guerra alemán.  
Buena lectura.

PARA LOS DE ARRIBA
hablar de comida es bajo.
Y se comprende porque
ya han comido.

Los de abajo tienen que irse del mundo
sin saber lo que es
comer buena carne.

Para pensar de donde vienen
y a dónde van,

en las noches hermosas
están demasiado cansados.

Todavía no han visto
el vasto mar y la montaña
cuando ya su tiempo ha pasado.

Si los que viven abajo
no piensan en la vida de abajo,
jamás subirán.

EL PAN DE LOS HAMBRIENTOS HA SIDO COMIDO

La carne ya ni se huele. En vano
se ha derramado el sudor del pueblo.
Los laureles
han sido talados.

De las chimeneas de las fábricas de municiones
sale humo.


EL PINTOR DE BROCHA GORDA HABLA DE LOS GRANDES TIEMPOS VENIDEROS

Los bosques crecen todavía.
Los campos son fértiles todavía.
Las ciudades están en pie todavía.
Los hombres respiran todavía.

EN EL CALENDARIO AUN NO HA SIDO SEÑALADO EL DIA

Todos los meses, todos los días
están libres aún. A uno de los días
le harán una cruz.

LOS TRABAJADORES GRITAN POR EL PAN

Los comerciantes gritan por los mercados.
Padecía hambre el parado. Ahora
padece hambre quien trabaja.
Las manos que colgaban inútiles, vuelven a moverse:
tornean granadas.

LOS QUE ROBAN LA CARNE DE LA MESA

predican resignación.
Aquellos a los que están destinados los dones,
exigen espíritu de sacrificio.
Los  hartos hablan a los hambrientos de los grandes tiempos que vendrán.
Los que llevan la nación al abismo
afirman que gobernar es demasiado difícil
para el hombre sencillo.


LOS DE ARRIBA DICEN: LA PAZ Y LA GUERRA

son de naturaleza distinta.
Pero su paz y su guerra
son como viento y tormenta.
La guerra nace de su paz
como el hijo de la madre.
Tiene
sus mismos rasgos terribles.

Su guerra mata
lo que sobrevive
a su paz.

.........

CUANDO LOS DE ARRIBA HABLAN DE PAZ

el pueblo llano sabe
que habrá guerra.

Cuando los de arriba maldicen la guerra,
ya están escritas las hojas de movilización.

LOS DE ARRIBA

se han reunido en una sala.
Hombre de la calle:
abandona toda esperanza.

Los gobiernos
firman pactos de no agresión.
Hombre pequeño:
escribe tu testamente.





 


 
 

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Datos personales

Nací en el verano de 1962 en Tharsis.Aunque la mayor parte del tiempo la he pasado en esa mina también he vivido en otros lugares de España y Europa. En mi biografía nada reseñable. Nada de lo que sentirme especialmente orgulloso. Soy, eso que se dice, un tipo corriente. Aunque eso sí, debo confesaros que he vivído.