Buscar este blog

miércoles, 22 de mayo de 2013

SEÑORITA GRAY, DE RAMÓN LLANES.


La señorita Gray tenía las manos tan blancas como el nácar. Presumía siempre de una sonrisa de almidón adornada con sombrero de pluma, velo negro y cara de agradar. Tierna de voz y alma, aconsejaba en las artes de recompensar a los niños que, en la escuela, habían destacado sus esfuerzos. Y todos los años antes de Navidad se subía a la tarima grande de la escuela y derrochaba su inglesa alegría repartiendo cuatro duros por asistencia y diez por aplicación.
Se entretenía libre en los menesteres del maestro y andaba resolviendo carencias cada vez que bajaba a la realidad de la escuela. Miraba con cuidado, hablaba con ternura en la voz y se mostraba cálidamente mística.
A los niños nos gustaba la señorita Gray, la amábamos en nuestros secretos y era unas veces novia, otras madre o abuela y las más, reina protectora de las minas. Por eso la habíamos llegado a mitificar y a quererla. Nadie hablará cosas extrañas de ella, era pulcra, educada, elegante y esbelta. Conservaba en su memoria todos los acontecimientos de la vida nuestra, conocía a todas las familias, sabía los nombres de nuestros padres y su lugar de trabajo, nos acariciaba el pelo con una suavidad inusual y sin saber por qué nos sabía a gloria. No tenía edad, ella era otra de nuestras eterniIntuíamos que vivía en la soledad de sus dominios y que regentaba con predisposición austera todos los movimientos de aquel ensamblaje de pirita y cobre.
Allí estaba siempre para ser consejera o confesora y tuteladora del hemisferio minero. Allí permanecía incluso después de la "huida" de los ingleses testimoniando esa valentía colonial tan esplendorosa que era su mejor orgullo.
Hasta hace poco hemos tenido su vida pero su cuerpo se ha adormecido en nuestra tierra para siempre.
 
Ramón Llánes.
 
En la Junta Vecinal celebrada el día 25 de Abril  en el Ayuntamiento de Tharsis, nuestros representantes locales se mostraron favorables a la propuesta presentada por  la Asociación de Amigos de Tharsis de poner el nombre de Ernesto Deligny al parque situado junto a la corta de Sierra Bullones y el nombre de Señorita Gray al parque que se encuentra frente a la Residencia Montejara. Pensamos que nunca es tarde si la dicha es buena. Por ello, porque nunca es tarde para empezar a reconocer valores positivos y a personajes ilustres que han marcado y marcan el pasado y el presente de Tharsis, creemos acertada la iniciativa y nos felicitamos por el merecido reconocimiento que ha recibido de la entrañable figura de "La Señorita", así como el del fundador del pueblo.
Esperemos que pronto sean adecentados los dos hermosos parques para que puedan ser homenajeados quienes ahora le dan el nombre, y disfrutados plenamente tanto por los tharsileños como por quienes nos visitan. También, personalmente, desearía que fuese el inicio de la dinámica de recuperación y reconocimiento de valores y referentes que el pueblo necesita.

No hay comentarios:

Datos personales

Nací en el verano de 1962 en Tharsis.Aunque la mayor parte del tiempo la he pasado en esa mina también he vivido en otros lugares de España y Europa. En mi biografía nada reseñable. Nada de lo que sentirme especialmente orgulloso. Soy, eso que se dice, un tipo corriente. Aunque eso sí, debo confesaros que he vivído.