Anochece
todo lo anterior son anhelos pasados
que se prolongan en ésta hora de fuego y de sangre
y nos convoca al tiempo del silencio
La luz se marcha sin llevar nada de lo que trajo
salvo la gloria de las formas
y un sabor amargo de derrota
que sin saberlo me toma de la mano
para un vuelo sin alas ni conciencia
Sólo en el fondo de mis pupilas
persiste el ajetreo de un resplandor que permanece libre
para mirar la suavidad del gesto de una luz postrera
que vacilante asciende entre las sombras
buscando en cada envite la claridad efímera del alma.
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