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martes, 17 de abril de 2012

AGUAVIEJA


El llmo. Rector de la Universidad de Huelva y el Sr. Presidente de la Academia Iberoamericana de la Rábida presentaron el pasado lunes el nuevo trabajo de nuestro paisano Ramón Llanes. El poemario, que tiene por título Sonetos del Corazón, viene para sumarse a la dilatada obra poética que hace de Ramón uno de los poetas más reconocidos y respetados de una provincia que, quizá por su luz,  por su belleza, por ser cuna de Juan Ramón, o sabrá dios por qué, es semillero de poetas.


Nuestra enhorabuena para éste contemplador apasionado que para nuestro orgullo fue parido a la vida, a las emociones y al sentimiento en nuestro pueblo. Ojalá algún día Tharsis le devuelva algo de lo que él nos aporta con su poesía y su humanismo.
Para seguir con mi particular homenaje a la obra y a la figura de éste tharsileño ejemplar, he elegido en ésta ocasión el capítulo “Club Juvenil”. La razón es que, si no se producen cambios de última hora, el día 21 de éste mes de abril, organizado por José Gómez- Presidente de Amigos de Tharsis- se celebrará un encuentro en el que los que fueron miembros del Club Juvenil conmemorarán el 43 aniversario de  su fundación. Como ya ocurrió en 2010 -ver fotos en Amigos de Tharsis-  rememorarán aquel tiempo pasado que tanto les aportó en lo personal, y que tanto aportó a la memoria a éste pueblo.
Lamentablemente, no parece que los que hemos venido detrás podamos hacer algo parecido, ya que como se puede ver, Tharsis -que cada cual reflexione si para bien o para mal- ha experimentado muchos cambios desde entonces.   
No obstante, deseemos que esté germinando por ahí, protegido por el silencio, algún jóven Ramón Llanes que pueda trasmitirle a las generaciones venideras retratos tan precisos y preciosos de lo que fue su pueblo en algún momento de su historia; describir con tanta certera hermosura las emociones y sentimientos propios, o el de las gentes con las que comparte el día a día. No parece probable, pero deseemos que así sea.
Y es que, aunque los poetas, o los artístas en general, pueden aparecer-aparecen-por generación expontanea echando raices en la roca si es preciso, un ambiente favorable siempre ayuda. Y no parece que sea ese el caso en la actualidad de nuestro pueblo. No favorece el crecimiento personal de quienes componen la comunidad, ni tampoco la aparición de poetas, ni de artístas ni -como diría Diógenes de Sínope- de Hombres, el ambiente de un pueblo que  desprecia la cultura y a sus mejores hijos. 
"LLegó casi a preocupar tanta actividad",dice el poeta en un momento de éste capítulo de Aguavieja. Pues parece que sí, Ramón, debió de preocupar. Y lo hizo por ser un movimiento expontáneo y libre, independiente, no controlado por quienes entonces gobernaban. Y eso es peligroso para sus intereses. Se le da a la gente cultura y luego ya se sabe, igual empieza a pensar por sí misma. Y, lo que es peor, que hasta puede terminar dudando del cuento y de los cuentacuentos. 

Para evitar conflictos que puedan poner en peligro los cimientos de éste Mundo Feliz de diseño que disfrutamos, lo mejor, debieron de pensar quienes les siguieron, es un erial cultural como el que nos ha quedado en tantos pueblos.

Que el Señor no coja confesados, amigo Ramón. Tú, cuidate. Sois vosotros, los poetas, los humanistas, los guardianes de las emociones y del sentimiento, la única esperanza que nos queda para poder construir algún día un mundo de hombres y no de bestias.


CLUB JUVENIL

Recuerdo que el año 68 no había de inadvertirse en la vida placentera de aquella juventud de inquietudes. Los sucesos del Mayo francés, removieron la sosegada conciencia y se formó un criterio propio, nuevo y distinto que acabó consolidándose en la primera reunión de ocho o diez con la única idea de buscar los cauces legales para el asociacionismo juvenil. De tan reunión se consensuaron los puntos de partida y los caminos a seguir. Al cabo de unos meses y merced a  la inestimable ayuda y dirección de D. Gregorio, el cura, conseguimos un club juvenil con sede en el cuartel de la zona cercana a la mina, que representaba pocas perspectivas de futuro.
De allí se idearon las primeras asambleas de jóvenes, las únicas de la historia reciente del pueblo, los primeros teatros, los equipos de futbol, las convivencias, los paseos, los coros, etc.
Ya a comienzos de los 70 nos concedieron un local más céntrico y acondicionado que con una pequeña reforma realizada por nosotros se convirtió en el centro de la estancia, el encuentro y la amistad de todos sus miembros que abarca a casi la totalidad de los jóvenes de Tharsis. En esa etapa nos adscribimos a la red de Tele-Club del Ministerio de Cultura que aportaba biblioteca, televisor y otro material, siendo buena la experiencia sobre todo por la posibilidad de contactar con grupos de otras poblaciones.
Pero nosotros ya teníamos bastante vida y experiencia detrás y funcionábamos estatutariamente con una exquisita responsabilidad. El promedio de actividades que se realizaban supera cualquier pronóstico y tenían un eco popular admirable. Los teatros tenían un público exigente pero apasionado que permitía el fomento de la puesta en escena de obras, sainetes y comedias al gusto de Arniches, Casona, Buero, etc. Y el despuntar de aprendices de actores que hubiesen alcanzado algunos grados de haber seguido en tal arte.
Estas alternativas al ocio y otras muchas fueron enriqueciendo la dinámica de la juventud, proporcionándole un quehacer constante, una inquietud en perenne ebullición. Llegó casi a preocupar tanta actividad.
Por otro lado, los momentos vividos y compartidos en aquella nuestra casa juvenil, serían innumerables pero cabría destacarse que de allí surgieron parejas que luego acabaron en matrimonios, casi todas. Y sobre todo la base para los principios de una amistad fuerte e inquebrantable, que a todos nos hizo madurar juntos y apoyados, ilusionados y enamorados, mientras el club cimentaba una nueva fórmula de vida juvenil en nuestro querido ámbito minero.

Ramón Llanes.

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Datos personales

Nací en el verano de 1962 en Tharsis.Aunque la mayor parte del tiempo la he pasado en esa mina también he vivido en otros lugares de España y Europa. En mi biografía nada reseñable. Nada de lo que sentirme especialmente orgulloso. Soy, eso que se dice, un tipo corriente. Aunque eso sí, debo confesaros que he vivído.